Hace unos días realizamos una actividad en la que utilizamos el papel higiénico como elemento principal. Así, niñas y niños del aula de cunas disfrutaron de un juego a través de este material tan versátil al tiempo que se trabajaban múltiples aspectos.
Concretamente, hicimos hincapié en la motricidad fina rasgando trozos de cada tira de papel o agarrando el bloque de papel mientras este giraba. Asimismo, experimentaron con la textura de dos elementos en uno: el papel y el cartón. Una práctica que les enriquece y encanta. Por último, el movimiento fue el auténtico protagonista. Al rodar los rollos, les motiva a arrastrarse tras ellos. Además, que se muevan suspendidos en una cuerda provoca la verticalidad.
Fueron unos grandes exploradores y podemos afirmar que la curiosidad es el verdadero motor de aprendizaje.