Cuando un niño experimenta celos, siente que otra persona está recibiendo más atención, especialmente si se trata de su hermano. Este sentimiento a menudo se describe como “sufrir”, ya que la persona celosa se siente menos querida, desplazada y a veces obligada a asumir responsabilidades para las que no se siente preparada. gestionar los celos
No todos los niños experimentan celos de la misma manera ni por las mismas razones. Algunos niños no sienten celos en absoluto, y a veces aquellos que los sienten intensamente pueden ocultarlos eficazmente. Pedir ayuda cuando se siente celoso puede resultar difícil, ya que la persona celosa se siente menos querida y no sabe a quién acudir. Esto puede llevar a retirarse, sentir tristeza o incluso expresar enojo hacia el hermano o los adultos.
Es importante destacar que los celos no se limitan a hermanos menores; también pueden surgir en relaciones con hermanos mayores o amigos. La clave es enseñar valores importantes incluso antes de que surjan situaciones “extraordinarias” como el nacimiento de un nuevo hermano. La voluntad, la generosidad y la colaboración deben formar parte de la vida diaria, independientemente de las circunstancias.
La otra cara de los celos es que también representan una forma de buscar cariño. Para evitar esto, es esencial que el niño sepa que es amado sin depender constantemente de elogios o caprichos. La llegada de un nuevo hermano puede desencadenar celos, y los padres deben preparar al niño para los cambios que se avecinan.
Desde aquí os damos una serie de consejos para que vuestro hijo mayor supere la etapa del nacimiento de un nuevo hermanito.
10 consejos para gestionar los celos de los hijos
1: Prepárale para la llegada del nuevo hermanito
Los psicólogos recomiendan que sean los padres los que den la noticia al pequeño. No debe ser muy pronto para que la espera no se haga muy larga. Alrededor del cuarto mes es lo ideal. La mentalización y el prepararle para el nacimiento no evita los celos, pero ayudará a tu hijo a que vaya haciéndose a la idea, y no se sienta tan abrumado cuando llegue el momento de tener al nuevo bebé en casa.
2: Hazle partícipe de los nuevos cambios
Permítele que te ayude a preparar la nueva habitación del bebé y que te acompañe de compras, que elija el color de la habitación, un peluche… enséñale a que sus actos y decisiones tienen mucha importancia en la vida de su hermanito.
3: Mantén sus rutinas en la manera de lo posible
Cuando se aproxime el parto o cuando el bebé ya esté en casa, se hace vital que el pequeño sienta que su mundo no se desbarajusta. Si es posible, lo ideal sería que pasase esta etapa en su casa, rodeado de sus juguetes, y que sus rutinas (baño, comida y hora de dormir) no se vean afectadas. Piensa que su mundo emocional va a ser desconcertante los próximos meses, por lo que podemos ayudarle a que se sienta seguro.
4: Habla a tu hijo mayor de “igual a igual”
Si le hablas del bebé como si él fuese un adulto, tu hijo aprenderá a preocuparse y aceptar el rol de hermano mayor para cuidar al pequeño.
Enséñale fotos y vídeos de cuando él era bebé para que vea que también pasó por esa etapa y le ayude a identificarse con su hermano.
5: No hagas comparaciones entre tus hijos
Es muy triste oír decir a un padre, delante de los demás y delante del hijo mayor, frases como “este niño es un cielo, no da nada de guerra, no como el otro que lloraba a todas horas”…
6: Valora su ayuda, que se sienta responsable de su hermanito
Es una manera estupenda de hacer que tu hijo se sienta útil e importante. Hacerle partícipe en tareas como bañar al pequeño, o cantarle canciones por la noche hará que tu hijo se sienta validado, y además querrá que se lo corrobores: “¿Verdad que te ayudo mucho con el bebé?”
En este caso los celos dan paso a una actitud de autocontrol y afecto.
7: Encuentra “vuestro momento”
Los estudios sugieren que dedicarle al hijo mayor una media de 15 minutos al día exclusivos para hacer algo los dos juntos es un factor importante a la hora de superar los celos. El niño aprende que aunque su mamá o su papá ahora está ocupado dándole de comer al bebé, luego va a tener tiempo para él. Y esta espera le reconforta y hace que no sienta ansiedad.
8: Se tolerante con sus nuevas conductas
Ser tolerante no implica permitir comportamientos descontrolados como las rabietas, las malas contestaciones…Ser tolerante significa aceptarlo como tal, y no manifestarle la frustración que os está provocando su comportamiento. Hay que demostrarle cuando le reñimos que estamos ahí y que no va perder nuestro amor.
9: Celebra los logros de ambos
Cuando le reímos una gracia al pequeño, deberíamos también alabar al hermano mayor por su último logro: se ha atado muy bien los cordones, su último dibujo es muy bonito…De esta manera conseguiremos que el niño no sienta tanta rivalidad hacia el pequeño.
10: Edúcale en la solidaridad y el altruismo
Es quizá la tarea más complicada de todas. Enseñar a un hijo a compartir no es empresa fácil. Los niños deben ser educados en que los afectos no pueden ser exclusivos. Ningún hijo es el amor exclusivo de los papás, por lo que ninguno debe tener miedo a perder esa exclusividad que no existe.
En resumen, experimentar celos es normal, pero existen maneras de manejarlos. Con una preparación adecuada y la creación de situaciones que hagan que el niño se sienta especial, es posible superar los celos y aprender a disfrutar de la llegada de un nuevo hermano.